Un paso más en el abandono de la neutralidad

A través de la firma de los documentos que aceptan la incorporación de Suecia y Finlandia, Biden formaliza el apoyo de EEUU al ingreso de estos países nórdicosa la OTAN, convirtiéndose en el país número veintitrés (23).

El martes 9 de agosto el presidente Joe Biden firmó los documentos que ratifican que el Congreso estadounidense está a favor de la adhesión de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El Senado ya había aprobado dicha incorporación(95 a 1) y sólo faltaba el visto bueno del presidente, de acuerdo al sistema democrático de este país. Biden invitó al resto de los miembros de la OTAN a terminar su propio proceso de confirmación “lo más rápido posible”.

Suecia y Finlandia avanzan aceleradamente en su proceso de admisión, los dos países cuentan provisionalmente con el estatus de observadores y se estima que dentro de poco abandonen su tradicional posición de neutralidad para formar parte de esta organismo estratégico-militar. 

En sus declaraciones, el actual Presidente Joe Biden destacó que la “alianza está más fuerte que nunca, más unida que nunca”. “Suecia y Finlandia tienen fuertes democracias y fuertes economías. Harán nuestra alianza más fuerte”. Entendiendo que este proceso de ampliación de la OTAN se da en el marco de la guerra Ruso-Ucraniana, justamente por el rechazo de Rusia al ingreso de éste país a la misma alianza militar, el presidente remarcó: “Al buscar su ingreso en la OTAN, Finlandia y Suecia asumen el sagrado compromiso de que un ataque contra uno es un ataque contra todos”.

¿Cuáles son los posibles efectos de este proceso? En primer lugar, la frontera terrestre de la OTAN con Rusia aumentaría a más del doble si Finlandia y Suecia se unen a la alianza de defensa más poderosa del mundo. Actualmente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comparte una frontera terrestre de 1.215 kilómetros con Rusia. Una vez que Finlandia se adhiera, esa cifra aumentará a 2.600 kilómetros. En suma, Rusia quedará mucho más rodeada por países potencialmente enemigos. En segundo lugar, la OTAN pasaría de 30 a 32 miembros y actuaría como un disuasor en la región del Mar Báltico, ya que no habría dudas sobre si el espacio aéreo sueco puede utilizarse, por ejemplo, para enviar tropas o suministros a las naciones bálticas. Por último, se tendría que interpretar cuál sería la respuesta del gobierno Ruso frente a este desenlace histórico.

Como conclusión, podemos establecer que durante décadas, Suecia y Finlandia se mantuvieron neutrales en medio de una fuerte rivalidad entre el bloque occidental y el oriental. Sin embargo, si bien luego de 22 años de la caída de la Unión Soviética el orden mundial sigue estructurado en los mismos centros de poder, los jugadores van cambiando. Ambos países mueven sus piezas de acuerdo a sus aspiraciones.

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