Las Anod: la ciudad que se convirtió en el nuevo eje de disputa entre Somalilandia y los clanes locales

Las Anod, capital administrativa de Sool, se ha convertido en los últimos meses en el centro del conflicto entre el gobierno de Somalilandia, autoridad que reclama las regiones de Sool y Sanaag, y los clanes tribales locales, que buscan la unidad de toda Somalía.

Somalía, país que se ubica en el Cuerno de África y que ha tomado notoriedad en el común de la gente luego de la película “La caída del Halcón Negro”, donde se retrata la fallida expedición estadounidense, padece hace más de treinta años uno de los conflictos secesionistas más violentos e invisibilizados de todo el continente. El enfrentamiento entre Somalilandia, Estado al oeste y autoproclamado independiente del poder central Somalí desde 1991, y Puntlandia, región que se ubica al este de Somalía y que posee una autonomía limitada desde 1998, es encarnizada producto del interés que ambos tienen por el control de una zona intermedia, compuesta por las regiones de Sool y Sanaag.

     El choque de intereses entre Somalilandia y Puntlandia es una herencia del colonialismo europeo y del fracaso Somalí como país federal. A pesar de no ser un país reconocido por la comunidad internacional, debe destacarse que Somalilandia representa un ejemplo de democracia para África. Los somalilandeses eligen y votan a sus representantes gubernamentales a través de elecciones, que son respetadas hasta por la propia oposición.

El rol de los clanes

     Mientras que Somalilandia reclama el territorio por su legado colonial, Puntlandia lo quiere para sí por sus fuertes lazos de parentescos con los clanes locales, actores fundamentales que representan el germen de la organización política. Como muchos otros países del África subsahariana, Somalía aloja múltiples facciones civiles armadas, algunas de ellas forman parte de agrupaciones terroristas, como es el caso de Al Shabbab, emparentada con la ya olvidada Al Qaeda, y otras, forman parte de los clanes.

     Entre los clanes que pertenecen a Las Anod, capital de Sool, se encuentra el denominado Dhulbahante, perteneciente a la familia de clanes más grande de Somalía: los Darod. Dhulbahante se ha organizado mediante la llamada Autoridad de Unidad y Salvación de las regiones de Sool y Sanaag y Cayn y distintos comités para debatir sobre el futuro de su región y la posibilidad de pertenecer a una Somalía federal, es decir, a un solo gobierno central. Es por ésta búsqueda política hacia la unidad que se despierta el malestar del gobierno de Somalilandia. Sus fuerzas de seguridad, y los clanes locales vienen enfrentándose desde comienzo de año en la ciudad de Las Anod. Cabe mencionar que Las Anod, está bajo la administración de Somalilandia desde 2007.

La Batalla de Las Anod

     El clan Dhulbahante acusa al gobierno de Somalilandia de someterlos con embargos económicos y de asesinar a líderes locales de manera selectiva. Es así, que en diciembre de 2022, el líder político Abdifatah Abdullahi Abdi, fue asesinado en Las Anod por hombres no identificados. Este hecho generó protestas, que la autoridad central se encargó de reprimir dejando una veitena de muertos, pero también, una postura radicalizada de los dirigentes del clan, que se declararon independientes de la administración de Somalilandia. Sin embargo, lejos de darse por concluido los enfrentamientos, recrudecieron actualmente. Somalilandia tiene la sospecha que Puntlandia alienta la acción política de los clanes tribales por instrucción del gobierno federal somalí.

Finalizando el mes de abril del corriente año, los ataques con morteros perpetrados por el ejército regular de Somalilandia arrasaron “indiscriminadamente” con escuelas, hospitales, mezquitas y residencias de Las Anod, hechos que han sido denunciados y juzgados por Amnistía Internacional como violaciones a los derechos humanos. Dicha organización advirtió que los responsables deben rendir cuentas y efectuar reparaciones a las víctimas civiles. Las fuerzas de Somalilandia posee bases al este de la ciudad, donde presumiblemente se habría iniciado la ofensiva.

Productos de los incesantes hechos de violencia, grupos humanitarios dieron a conocer que entre 150.000 y 200.000 personas se desplazaron de la zona de conflicto, muchos de ellos atravesaron la frontera de su país vecino al suroeste, Etiopía. Se estima que cerca del 90% de las personas desplazadas son mujeres, niños y niñas. A los males de violencia extrema que enfrenta la población Somalí, se le suma la grave sequía que empuja a sus habitantes al hambre. Según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) cerca de 214.000 personas de la región de Sool está padeciendo una crisis de seguridad alimentaria.

     Los enfrentamientos políticos y militares entre los gobiernos de Somalilandia y Puntlandia, la dinámica de los clanes locales, y los intereses de milicias independientes, relacionadas con el terrorismo y la piratería no dan tregua a un país que nunca conoció la paz.