¿Espía Ruso o Periodista independiente?
El 28 de febrero de 2022, el periodista independiente y politólogo Pablo González Yagüe fue detenido en la frontera entre Polonia y Ucrania acusado de ser un “agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor general de la Federación Rusa” según la información brindada por el portavoz del gobierno de Polonia Stanislaw Zaryn.
González es un vasco que se encontraba cubriendo el conflicto para los medios Público y LaSexta, se encontraba afincado laboralmente en Varsovia, y colaboraba también con Gara, Naiz y es director y cofundador de Eulixe, que es una publicación digital independiente.
Tal como informa la fundación de George Soros, González estaba señalado como formador de opinión prorrusa desde 2016, por haber nacido en Moscú y ser nieto de uno de los niños de la guerra evacuados a Rusia durante la Guerra Civil.
El gobierno polaco alega que fue detenido al realizar actividades para Rusia mientras aprovechaba su status periodístico, el cual le permitió poder moverse por Europa y otros países del mundo, incluyéndose zonas afectadas por conflictos armados y áreas de tensión política.
Antes de esta detención, había sido detenido el 06 de febrero de este año, mientras cubría un reportaje en el Donbass (Ucrania), por el que fue citado a declarar, en Kiev, ante los servicios secretos ucranianos. El motivo de esa detención fue el mismo: ser acusado de ser prorruso e informador del Kremlin.
Al momento de los hechos, se encontraba cubriendo la situación de los refugiados ucranianos en Polonia .Entre la noche del 27 y 28 de febrero, fue detenido en Przemysl. La defensa de González la está llevando adelante Gonzalo Boye, quien manifestó que Polonia siegue prorrogando la prisión preventiva porque no tiene pruebas, que esa actitud no es propia de un país democrático, y que las condiciones de detención del periodista violan la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Boye también habló sobre la nula respuesta de los otros países europeos, incluyendo España, que cree firmemente que, sostiene, en este momento le “conviene ser aliado de Polonia”. Su familia denunció la situación ante ONU, pero tampoco han tenido hasta el momento una respuesta clara ni hubo intervenciones. Por el momento, y con la última extensión de la prisión preventiva, deberá permanecer detenido hasta fines de noviembre.
Resulta sumamente grave que en estos tiempos, se encarcele a una persona con una acusación tan frágil: no se conoce claramente cuáles serían los hechos que se le imputan a González, su abogado no habría podido acceder a las pruebas en su contra, y se suma a esta situación que el acusado se encuentra incomunicado. Claramente su situación es violatoria de las Convenciones Internacionales vigentes en materia de Derechos Humanos. Lo llamativo es que tal como dice Boye, los países europeos en este contexto bélico no quieren tener problemas con Polonia y por tanto optan por no hacer ningún tipo de reclamo ni manifestación al respecto. No debemos perder de vista que González tiene doble nacionalidad española y rusa, por tanto habría fundamentos para que España tomara cartas en el asunto. No obstante, hasta el momento haya hecho nada.
Fuentes consultadas:
Polonia prorroga tres meses más la detención de Pablo González (rtve.es)
Continúa el calvario de Pablo González: Polonia prorroga su detención (elnacional.cat)