Barreras a la educación y el drama de las niñas madres

Basado en un informe de Human Rights Watch que plantea las situaciones de violencia a las que se exponen las mujeres y las consecuencias que estas traen a nivel educativo para las niñas madres.

Son múltiples los países africanos en los cuales, hasta el día de hoy, cuenta con una complejidad en el acceso a la educación para las madres adolescentes. Según un estudio de la organización Human Rights Watch (HRW), las causantes de esta situación no se hallan únicamente en factores socioeconómicos y culturales de la sociedad africana, si no también, en la existencia de barreras legales y políticas a la educación continua de niñas embarazadas o madres. O mismo, a la inexistencia de normativas que las protejan.

Es posible enumerar diversas razones que pueden desencadenar en un embarazo joven no deseado para comprender la multicausalidad de esto, es necesario situarse en el contexto de la gran mayoría de los países africanos, donde las oportunidades escasean y la pobreza abunda, así como también la exposición a situaciones de distintos tipos de violencia para muchas mujeres. Sumado a la mínima educación sexual y reproductiva en la sociedad, son factores que determinan en el gran número de embarazos adolescentes del continente y las numerosas consecuencias que esto acarrea, como, por ejemplo, la mortalidad materna.

A su vez, el número de embarazos se ha visto acrecentado aún más por la pandemia del Covid-19, porque tras las cuarentenas decretadas con el fin de frenar el esparcimiento del virus se convirtieron en tiempos propicios para la violencia y explotación sexual de muchas niñas que no tenían la protección necesaria. HRW plantea que la deserción escolar es tanto consecuencia de los embarazos en edad temprana, ya que las escuelas son espacios de protección que reducen significativamente las posibilidades reales de que esto ocurra.

Frente a la altísima tasa de embarazo infantil del continente africano, HRW se encontró con que las niñas que intentan acceder nuevamente a la educación para continuar con su proceso de aprendizaje pero se topan con barreras de tipo sociocultural y legal. Primeramente, muchas expresan la discriminación sufrida por parte de compañeros y profesores, por lo que la deserción, en estos casos, pasa a ser una defensa frente a la vergüenza que les genera el acontecimiento. A su vez, es una manera de ocultarlo y evitar así el desprestigio social de la familia, de tener una niña embarazada que no ha contraído matrimonio aún. En segundo lugar, HRW se dedico a investigar las normativas de protección, obstaculización o prohibición existentes en diversos países y se encontró con que en muchos de ellos la ausencia de reglas de protección funcionan como una traba y que en muchos otros existen leyes morales que impiden el acceso a la educación,

En la gran mayoría de los países del continente, la cultura, religión y moral juegan un rol esencial y se inmiscuyen y rigen en todos los ámbitos de la vida en sociedad. Así es como existen estas llamadas Leyes Morales establecidas en los códigos penales de algunos países como Marruecos, Argelia y Libia. En estos casos, se condena e incluso criminaliza el haber tenido relaciones sexuales extramatrimoniales, ya sea con personas casadas o no. Estas normativas tienen un efecto indirecto aumentando aún más la problemática de la deserción escolar de niñas jóvenes.

Claro esta que la falta de protección e incentivo a la educación constituye una violación a los derechos humanos. A raíz de esto, HRW incita a los gobiernos que lo incumplen, a desarrollar e implementar políticas educativas que fomenten la educación continua, simplificando los procesos de reinserción y trabajando activamente en la erradicación de la discriminación que sufren las niñas madres.