Angola puso en marcha una campaña para erradicar la violencia contra las mujeres
Como parte del desarrollo nacional, el país africano pone sobre la mesa las agresiones psicológicas y físicas que sufren las mujeres angoleñas.
Se trata de una campaña que inició en el 2008 para concientizar a las mujeres sobre la importancia de alzar la voz y denunciar situaciones de violencia. La difusión e implementación de la campaña estuvo en manos de la Organización de Mujeres Angoleñas (OMA).
Wilsa Joaquim, secretaria del Departamento de Acción Social, junto con Ana Paula de Sacramento, ministra de Acción Social, Familia y Promoción de la Mujer, advirtieron a las mujeres sobre el peligro de minimizar las agresiones verbales que pueden desencadenar en violencia mortal, luego de evaluar el crecimiento del índice de violencia intrafamiliar en el país.
Angola registró, de enero a noviembre del 2022, 913 casos de violencia doméstica a partir del acompañamiento brindado en los Centros de Orientación y más de 10.000 denuncias telefónicas. Es decir, estos hechos de violencia venían ocurriendo de manera silenciosa en los hogares y la campaña implementada de concientización logró movilizar a las mujeres a realizar la denuncia.
La campaña constó de 16 días de activismo con diferentes conferencias, seminarios y exposiciones en todas las provincias. Si bien está dirigida hacia la mujer, invitó también a la participación de los hombres y los niños pequeños para que vayan incorporando desde las infancias cuáles son las actitudes que no deben tolerar. Principalmente, para prevenir la violencia sexual contra las niñas angoleñas.
Actualmente, Angola está luchando para modificar la Ley de Violencia Doméstica para actualizarla al contexto actual y plantear los objetivos del 2023 al 2027. Así mismo, un país necesita de varios organismos que trabajen en conjunto para que los resultados sean eficientes.
La erradicación de la violencia doméstica es un primer paso para poder erradicarla de otros sectores, como en el ámbito del trabajo. La lucha contra la violencia hacia la mujer significa y representa igualdad de condiciones en salarios, lugares de trabajos dignos y nuevos Derechos Humanos.